La Federación Internacional de Pádel (FIP) acaba de anunciar, mediante su cuenta oficial de Instagram, que la sede para el próximo Campeonato del Mundo de Pádel cambia de ubicación. El anuncio se ha llevado a cabo cuándo apenas queda un mes para su celebración.
El Mundial 2022 iba a celebrarse en Catar, como la última edición, del 31 de octubre al 5 de noviembre, aprovechando el apoyo y la buena sintonía que tienen Luigi Carraro y el organismo que representa con Catar y Qatar Sports Investments por su ya conocida financiación y soporte al circuito profesional Premier Padel.
Ahora, cuando quedan pocas semanas para que de inicio el campeonato, se ha anunciado un cambio de sede, pasando de Catar a Dubai, y siendo organizado por la UAEPA (miembro asociado a la FIP), pero manteniendo el calendario previsto.
Todo ello ocultado en una noticia que aun siendo muy positiva (la dotación económica será de 500.000€ a repartir igualitariamente entre hombres y mujeres, y todos los países clasificados a la Fase Final tendrán premio) no esconde la indignación y sorpresa de muchos medios y periodistas del sector, por no decir de aficionados que ahora no saben qué pasará con ellos.
Con este cambio surgen preguntas que, de momento, se quedan sin resolver: ¿se encargará la propia Federación Internacional de Padel o la Federación de Catar de devolver el importe a todos los aficionados que ya tenían entrada comprada? ¿Quién compensará los gastos de hoteles y vuelos? Casi en las mismas fechas, se va a celebrar el Mundial de Fútbol, ¿no habían caído hasta ahora en la problemática que podía ocasionar?
Este sorprendente cambio deja a Luigi Carraro y a la Federación Internacional de Pádel en entredicho. Si queremos que el pádel llegue a ser olímpico es obvio que no pueden volver a ocurrir este tipo de situaciones.